lunes, 24 de agosto de 2015

¿Ya se va a dar la vuelta?


Todo pasa SIEMPRE por una razón, el 11 de mayo de hace unos años vivi un día que puede parecer ficción pero me crean o no, les voy a platicar.

Antes de dormir recibí la noticia de que un amigo había fallecido, el cáncer hizo otra de las suyas... era novio de una compañera de equipo y nos toco vivir su historia de cerca; muy temprano nos organizamos para ir a hacerle compañía, en carretera íbamos todas muy tensas y ese día operaban también a mi mamá. Kilómetros adelante se nos poncho una llanta y en lugar de ser catastrófico nos saco una sonrisa cuando intentamos levantar la camioneta y el gato se hundió en el lodo.

Llegamos tarde, pero relajadas.. estuve unas horas y como debía volver temprano me regresé en camión y tome un taxi para llegar a donde estaba mi coche… ya iba tarde y no llegaría a tiempo para ver a mi mamá.

Al subirme al taxi noté que el conductor estaba preocupado así que decidí sacarle platica, como buena pasajera hablamos del clima, después me preguntó como estaba pero la sorpresa fue cuando le pregunté como estaba Él y comenzó a llorar… 

Me platico que 15 días antes habían atropellado a su hijo el más pequeño y había fallecido en terapia intensiva, su esposa se sentía culpable “porque ella mandó a los niños a la tienda” y trató de suicidarse... ahora estaba internada en una clínica psiquiátrica, había vendido los muebles para pagar por el funeral y ahora apenas le alcanzaba para pagar la clínica, trabajaba noche y día, la vecina cuidaba a sus hijos, pero lo que mas le preocupaba era que no les había llevado nada de comer…

¿Te sientes abrumado de saber todo lo que vivía ese hombre? yo también. 

TRATÉ (de verdad) de no llorar y consolarlo pero en realidad no sentía lo que Él, pero sabía lo que era tener hambre así que lo convencí de que se estacionara y me permitiera regalarle un pollo para que tuviera una preocupación menos; esa es la mejor inversión que he hecho en mi vida. PERO AQUI NO ACABA LA HISTORIA.

Llegué a donde estaba el coche, rápido abrí la puerta, lo prendí y me puse el cinturón, todavía tenía que llegar con mi mamá, no se ustedes pero cuando yo voy manejando sola me pongo a: 
  1. Cantar 
  2. Pensar
Y en un alto sin mas, me puse a llorar… eran DEMASIADAS emociones para un día, cuando abrí los ojos había un señor junto a mi ventana, Él no tenía brazos y vendía dulces, se me quedo viendo y antes de que yo pudiera decir algo sonriendo preguntó -¿Ya se va a dar la vuelta?- extrañada contesté entre lagrimas y en un tono sarcástico -¡ya quisiera!- y me dijo:
-¡sonría señorita, hay muchas cosas buenas en la vida!-

Con esta difícildecreer-historia compruebo mi teoría "ayudas o te ayudan, si pasas -sin ver- no estas viviendo en realidad" no es necesario ir al otro lado del mundo para ser parte del cambio, a veces sólo necesitamos estar atentos, Dios te manda JUSTO a donde tienes que estar, hoy te invito a cambiar el día de alguien, a veces no hace falta mas que una sonrisa porque EN REALIDAD, aún en los días malos (y los lunes negros), hay muchas cosas buenas en la vida.




1 comentario:

  1. Me dió risa lo que pusiste sobre "como buena pasajera platicamos del clima", todo lo demás me conmovió mucho, tienes bonitas historias para contar; ¡sigue adelante! 👍🌷.

    ResponderBorrar